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| Foto por Lee Friedlander |
Erik Friedlander (Nueva York, 1960)
De niño, mientras viajaba con su padre en una camioneta ruidosa, Erik Friedlander recuerda escuchar a todo volumen la música de Aretha Franklin. Desde entonces, esa sensación de libertad y alegría está presente cada vez que se sienta a tocar el chelo, instrumento que empezó a estudiar a los ocho años. Durante la década de los noventa emergió como figura crucial de la escena de música experimental de Nueva York al lado de Dave Douglas, Myra Melford y John Zorn, a quienes ha acompañado en una veintena de discos que abarcan un amplio espectro musical que va desde el jazz, el klezmer, la música de cámara y la improvisación. Ha compuesto música basada en los poemas del Conde de Lautréamont, lidera el Broken Arm Trio y el grupo de folk Bonebridge Band, hace sus propios discos con el fabuloso sello Skipstone, escribe bandas sonoras para documentales, cocina, le gusta ver deportes en la televisión, caminar sobre las montañas y tocar en el sobrenatural Masada String Trio. Al decir de Borges, y si se acepta con cierta ingenuidad la demostración de Leibniz acerca de que vivimos en el mejor de los mundos posibles, bastaría la sola presencia de Erik Friedlander para corroborarlo.
Junto a la cantante Lucía Pulido grabó Arrullo de la noche honda.
